martes, 17 de noviembre de 2009

Anatomía de un Beso





Quiero imaginarme que la lluvia siempre es mensajera de cosas buenas, de renovaciones o de abundancias. Esta tarde llovió, y no pensé que fuera a ser más literal mi filosofía. Estoy apoyado en la salpicadera del auto, se siente el calor del vano motor. Esta tarde fuimos a comer y después al cine, la informalidad se apodero de nosotros, quizá la hueva también. Ella, aun así, se ve increíble, envuelta por sus tenis, su pantalón de mezclilla, una blusa, y una sudadera con gorrito, el cual medo cubre sus despeinados cabellos; el aroma de su perfume, mezclado con el de su cabello llega a mí y despierta ternura, despierta imaginación.
En el auto suena “Amor Azul” de Man Ray, en un volumen bajo, pero perceptible, y bueno, no creo en la magia, pero creo, que los ingredientes adecuados, pueden generar atmosferas adecuadas. Y en momentos así creo que sale el Oscar más vulnerable, más débil y más fácil de manipular. No presto mucha atención a las cosas, suelo perderme con facilidad, pero ella esta ahí, y pasar desapercibida es algo que no sabe hacer. Aun sigue riéndose de la película, yo tengo una cara de extrañeza por esa habilidad de ella, de poder retener las cosa buenas tanto tiempo, al final cedí y reí un poco.
Le intimida cuando le veo fijamente a los ojos, pero que chingados puedo hacer? Me encantan esos ojos que tiene, incluso en alguna ocasión me los obsequió. Se sonroja y yo me rio, es inevitable, me causa ternura verla así. Se despide de mí con un beso en la mejilla.

-cuando vamos al cine de nuevo jovencito- me pregunta.
-el sábado?
-perfecto, hasta el sábado…

se da media vuelta y se que no dormiré si la noche acaba así. Antes de que finalice su primer paso de su "alejania", la detengo del brazo, y la orillo a que se vuelva a mi, y admitiré que el movimiento fue brusco (tengo doctorado en eso), pero fue preciso, exacto, y sin decir nada, su media vuelta termina a centímetros de mi persona. Sonríe, y detengo su sonrisa con solo acercarme a ella.
La química comienza en ese instante permanente en el que mis labios rozan los suyos, y todo se vuelve en slow motion, ya no percibo las luces reflejadas en el suelo húmedo, por un momento se pierde la sensación de el frio viento nocturno de diciembre queriéndonos cortar la piel, y lo único que mis sentidos detectan va en orden alfabético. Nuestros labios empiezan una comunión que abre una cuna al jugueteo suave, dócil, sutil de nuestras lenguas, no estoy pensando, pero se que su saliva es dulce. Me fascina.
Aun escucho esa melodía de Man Ray , y se mezcla ligera con el sonido de nuestros labios tronar suavemente, y el lejano ladrido de un perro que me envidia.
Su perfume me inunda los pulmones, es tan fresco, huele bien siempre, no es a azafrán, pero es lo de menos; su aroma se difumina con el de tierra mojada, lacoste o hugo boss deberían hacer algo al respecto con esta fragancia.
Creí que había extraviado mis manos. No, solo que no sabían donde estaban, una acaricia con tanto cariño a su cuello que pareciera querer quedarse a vivir ahí. La otra hace suya la zona de la cadera y la cintura, y curiosa, se aventura un poco a tocar algo de su piel abdominal, es más estimulante que tocar terciopelo…
Y al final no veo nada, mis ojos están cerrados, pero aun sigo sin entender como en este modo, hay luces bajo mis parpados, luces de todos colores y formas.

No pienso en nada, ella se desprende poco a poco de mi, aun siento su aliento en mis labios alejándose. Y me preguntan como le hago para tener tanta fe en las personas.

Solo beso…



pd1: si, esta comprobado, una cucaracha en un horno de microondas si explota.

pd2: y creo que aun existe el dilema de que imagen es mas orgásmica: si la sonrisa de obama, o yo enjabonándome en la ducha…

pd3: me reencontré casualmente con un amigo con el que quería reencontrarme. Ese fue el premio de esta semana.

pd4: 23 años viviendo en la misma ciudad, y aun no conozco las calles más importantes de mi ciudad. Medio teto…

pd5: tres paquetes de palomitas por $13.00. Solo en Waldo’s (no es comercial, y de verdad que no envenenan.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Que bonito sombrero Panam señor. Le ayudo?






Semana extravagante, y vacía, y hueca, y calurosa, y fría, y con despedidas, y con encuentros… y bueno, hoy me siento bien, por que me encontré con una situación en la que me di cuenta, de que yo soy diferente al grueso de la gente, no soy de la bola, del montón, perrada, proletariado (mientras mas ofensivo suene el calificativo, mejor. Así les dará aunque sea un poco de vergüenza).
Pues resulta que hoy me encontré con Claudia, en el centro, fuimos por un cafecín, iba ya medio de jetas, por que no me gusta ir al centro los domingos por que esta atestado de gente y de verdad me enferma ver taaaaanta gente, sobre todo, cuando caminan a la misma velocidad que las hormigas que van bajo la banqueta, o cuando obstruyen con su inmensa humanidad la vía para ver escaparates, de todos modos estos no fueron factores que les diera mucha importancia por que iba bien nervioso a ver a Claudia, (la neta no se ni por que estaba nervioso, ella es la que cambia de color como los palitos que venían en los gansitos). Claudia y yo terminamos ella su café (que después de que se lo bebió, me dijo que no puede beber café y chocolate, biiiiiieeeeen clauu!!!) y yo mi preparado de coco, la acompañé a que tomara su transporte, me despedí de ella y me fui callejoneando por el centro rumbo a casa de mi padre.
Cuando llegue al jardín Zenea, pase al lado de un señor, que estaba en una silla de ruedas. Y alcancé a oír que le pedía ayuda a la gente para llegar a la plaza de la fuente de Neptuno, a una cuadra de ahí. Me quede pensando que haría un señor de esa edad (le calculo 65-70 años), en esas condiciones y solo? Pensé que como yo habría muchos que pasaron de largo sin volear siquiera a verlo.
Me detuve. Ya estaba a dos cuadras de donde estaba el señor, y empecé a correr hacia donde lo había visto, di la vuelta en la esquina y ahí seguía el hombre tratando de que alguien pudiera llevarlo. Me dio pena acercarme al señor y ofrecerle mi ayuda, por que cuando lo hice todos los que estaban a mi alrededor se quedaron viéndome.

Oscar- buenas tardes señor, le puedo ayudar?
señor- si me hace el favor joven, muchísimas gracias.
Oscar- a donde quiere que lo lleve señor?
señor- me podría acercar a la fuente de Neptuno joven?
Oscar- para allá vamos señor…

En el trayecto, sin que yo le iniciara la platica, me empezó a contar que todos los domingos sale de su casa ubicada en Allende y el solo se empuja con la fuerza de sus brazos (que a esa edad no ha de ser mas fuerza que la de una hoja al caer), y que en ocasiones cuando quiere regresar a su casa ya no le quedan muchas fuerzas para volver. Así que en ocasiones (como la de hoy) pide ayuda a algún transeúnte para que lo lleven.
-“Las personas que mas me ayudan, son los turistas…”
Cuando el hombre me dio eso, sentí un tanto de rabia y otro tanto de vergüenza de que sean ajenos a este país los que muestren mas solidaridad hacia nosotros mismos. Es vergonzoso que sea así, que nosotros mismos no tengamos pasión por ayudar a nuestros semejantes, a nuestra propia gente, no me refiero a gente de otros países, que aquellos se arreglen como puedan, me refiero a nuestros mismos vecinos, me refiero a la falta de ética, vamos ni siquiera ética, la educación y la caballerosidad que alguna vez se nos inculco.
Al final le invite un café al señor y estuvimos sentados un rato platicando de nosotros, y después me ofrecí a llevarlo hasta su casa, pero el hombre se negó, me dio las gracias por el café, se puso su sombrero Panamericano blanco con cintilla negra, me estrecho la mano con mucha fuerza diciéndome: “que nos encontremos otro domingo, ojala mas gente fuese como usted”, se dio media vuelta y se fue en su silla de ruedas. Yo me quede ahí parado, con mi sweater en una mano y mi café en la otra, y al final nunca voy a saber a ciencia cierta si fue la cafeína o mi encuentro con aquel señor, lo que me dio una paz y una tranquilidad, de que yo puedo hacer cosas que pocas personas pueden hacer. Si, soy distinto a la mayoría de la gente, y eso me hará caminar con la cara más en alto.
Por otro lado, haciendo gala de mi mas grande acto de amor en muchos años, esta semana me decidí a cerrar un ciclo, con una persona muy especial para mi, que a pesar de habernos conocido poco tiempo, impregno mi corazón de los mas variados sabores dulces y salados, y mis ojos de tantos colores que por momentos crei no necesitar lentes jamás. Es doloroso para mi el cerrar este ciclo, y esta decisión no la toma mi corazón, sino mi cabeza. Porque si dependiera de mi corazón… … la verdad no se en que hubiera acabado esto, pero el que hubiera perdido, habría sido yo. Y yo ya me canse de perder…
Fernanda se fue a Guadalajara tres semanas a un congreso (creo) y aunque ella y yo vivamos de puras mentadas de madre mutas y las peores vibras que nos podamos mandar, me da gusto que este creciendo así de bien. Es mi hermana, la amo, que puedo decir…


Pd1: Claudia, me fascina ver como tu carita cambia de color taaaan rápido…
Pd2: creo que no volveré a ver jamás a don Fausto (el señor de la silla de ruedas)
Pd3: el cabello largo con mis chinos se queda conmigo. He dicho!!!
Pd4: he superado mi crisis Beck, regresamos a las carcajadas estúpidas y a los chistes sin sentido…
Pd5: me fascina la proliferación de blogs (quien dice que no impongo tendencias?)
Pd6: quien imaginaria que un albano tuviera en este estado a una mexicana? Ironías transnacionales…
Pd7: Miri, por que ya no me hablas? Me voy a suicidar (hahaha la frase emo del año)