Lo que nunca hice con rocha (mi psicologo): abrir mi cabeza y proyectar todo lo que hay ahi...
lunes, 24 de mayo de 2010
Anatomía de una partida de madre
No soy bueno peleando, para ser franco, soy malísimo. He salido victorioso en solo un 42% (aprox.) de mis enfrentamientos. Si a este dato, le sumamos que muchas de esas victorias fueron contra mis hermanas, sábanas colgadas del tendedero, niños más chicos que yo, un perro juguetón y peligrosas cucarachas, esto me deja parado en una pésima situación “boxística”. De hecho, odio la idea de ponerle (y que me pongan) la mano encima, a alguien.
Juan Christopher, es un ¿chico? ¿señor? ¿cosa? del área de bodegas de la editorial EDC en la cual laboro. No sé si tenga novia. No sé si vaya a misa los domingos, ni tampoco sé, si ayuda a las personas de la tercera edad a cruzar las calles. Es probable que tenga (o haya tenido) una madre. También es probable que no tenga madre (de hecho muchos creen que no tiene madre. Me incluyo yo.) sino que haya nacido de la cruza de un hombre de circo y un rinoceronte gris hembra.
Con esto, quiero dejar bien en claro el tipo de persona que es (físicamente hablando) la persona a la que me refiero. Y si de plano les falta materia creativa ahí les van unos números: mide aproximadamente 2.05 metros de altura, pesa alrededor de 127 kilos, el grosor de sus brazos, equivale a la parte más gruesa de mi pierna o el diámetro de la cintura de Mapachín, tiene cara de haber abusado sexualmente, asesinado y mutilado a los 45 presidiarios/prófugos más buscados por las más prestigiosas fuerzas policiales. Eso lo convertiría en un salvador social, pero no quiero que lo sea. Por algo está en bodega y no en Relaciones Públicas.
Es injusto que lo juzgue en base a su aspecto, así que describiré brevemente por qué esta persona me saca urticaria en áreas genitales al momento de verle, oír algo en relación a su persona, etc.
Es un hombre grosero. En su léxico (extremadamente corto) no existen las palabras “gracias” y “por favor”, de hecho el invitarle a ser más cortés con la gente, amerita una violenta y profunda mirada asesina, de esas matonas, tan fuerte que usualmente terminan orinándose en sus propios pantalones. Esto me hace pensar que esa es la misma razón que el Lic. Franco (director en jefe de recursos humanos) no pudo negarle la vacante al momento de su solicitud. Quizá a su anterior jefe directo, lo partió en dos por corregirle un modal.
Es grosero con las mujeres. Vamos, si un tipo viene y me dice: “¿oye pendejo, me das tu hora por favor?”, no me haré rollito hasta desaparecer, sino que le daré por respuesta “si pendejo, son las 18:22”, y ya, asunto concluido. No me afectan las groserías, de hecho soy una persona muy grosera y vulgar. Pero sé con quién ser así y con quien poner límites. De hecho, Poly es la única chica que recibe uno que otro “wey” “tarada” y/o “idiota” y de vez en cuando, de hecho quedé con ella que ese modo de hablarle se acabaría. Pero ese no es el límite de Juan Christopher (JC). Les habla como mecánico (me refiero a los mecánicos vulgares, respeto y admiro el oficio) en plena peda es horrible. Las chicas se quejan de su trato y ya ha sido “reprendido” en repetidas ocasiones. El sólo se ríe con su diente de plata (puagh!!!).
Es una persona poco higiénica. Y no por el hecho de que no se bañe, sino que su religión (en el caso que profese una religión, en la cual, e no sea el dios) le impide usar desodorante. Yo he pasado varios días sin bañarme y sin ponerme desodorante, y apesté tan mal que le atribuimos a mi peste, la muerte de 8 plantas de la casa de MADRE. Pero en el caso del buen JC, yo en mis peores días, me veo a su lado como un Azafrán a lado de una descomunal Secuoya. No puedo decir que apesta, por que siento que esa palabra se queda corta para expresar lo mal que en ocasiones llega a oler.
Entonces, si metemos en una olla, o más bien, en un cazo, de esos, de carnitas, ciento veintitantos kilos de carne, más de dos metros, misoginismo, los modales de una piedra, un celular sonando siempre a reggaetón (¿así se escribe?) lo mezclamos con varios años de falta de un palo para guiarle en la vida, obtenemos un producto llamado Juan Christopher (¿Juan Christopher? ¿neta? ¿fue lo más manchado que se les ocurrió a sus jefes para ponerle en el acta de nacimiento?).
Es por esas razones (y por que soy un intolerante mamón de quinta) que me cae obscenamente mal este coso. Y no lo oculto… o… bueno, quizá si se lo oculto a él, porque como la mayoría de los seres humanos, tengo sentido común (a veces se descompone) y a veces le tengo un alto afecto a eso de estar vivo. Pero sucedió algo.
En mi trabajo, tengo varias amistades, una de ellas es la de Manuel (morsita pa’ el Lic. Rodrigo), no me dejarán mentir, que cuando llevamos una buena relación con alguien, se llega a intimar, al grado de que se puede hablar bien, o mal de otras personas sin que esto traiga consecuencias negativas. A mi descomunal estupidez, se le fue, pero la de varios días. Le dejé un “post-it” a Manuel en su cubículo, “post-it” que fue leído por un destinatario erróneo. JC.
Mi dichoso chistesito decía algo más o menos así: “ mane, podéis ir a la cafetería? A ver si te regalan un poco de aromatizante? daddy yankee región cuatro, ha pasado cerca de mi cubículo, y necesito descontaminar”. El tipo no es tan estúpido como parece, y hoy, al salir de la oficina y entrar al asco que son las calles por el ya no asqueroso, sino preocupante calor que nos está comiendo, veo que está ahí, parado, bajo el sol, con sus pantalones cargo color verde, una camiseta negra talla XXXXXXXXL que le queda ajustada, y sus botas industriales. Chuck Norris es toda una princesa/dama en una colecta de fondos en alguno de los jardines reales de Londres.
Se que es lo que va a suceder. Me está esperando a mí, y así con las mismas ganas con las que deseo vivir, camino hacia el con ganas de por lo menos hacerle algo de daño, que tenga por resultado una modificación positiva en su forma de convivir con la gente que le rodea.
El está acompañado de otros dos empleados de bodega, yo solo siento los pasos de los Adidas Vintage que llevo puestos. Manuel ya nos ha visto, y se queda unos pasos atrás. A decir verdad, mi indumentaria no es tan adecuada como la de el. El calzado lo he descrito ya, una mezclilla un poco holgada, una camisa blanca, con los puños redoblados, y una corbata que me regaló unas horas antes Lore, la chica de contabilidad.
Dejo caer mi bolsa/mochila/lonchera/portalap, y sigo caminando. Nunca me había sentido, tan malo y gandalla como en ese momento. Llego ante el y le digo con el tono más pandillero que mi sudada garganta puede entonar: “que pedo maestro?, me estabas esperand…”.
Mi frase fue cortada por uno de sus puños. Lo he sentido como un tabique arrojado a mi boca. Caigo en cuatro puntos, y siento su descomunal mano, tomándome del hombro y volteándome, y le suelto tremendo patadón en los “huevos”. [Tómala pendejo, esta no la esperabas] pienso. El sujeto ni siquiera se inmuta. Mi rostro de “hanomameshijodelcalludo” es evidente. Me vuelve a dar otro puñetazo, ya venía el siguiente, pero yo ya iba al suelo, y con una rapidez no adecuada para su tamaño, detiene mi caída al piso, sólo para tomarme de mi camisa y agitar mi cabeza un par de veces mas con sus puñetazos de a 3 libras de peso efectivo. Mi boca es llenada por sabor a sangre. Por más que deseo que esa sangre provenga de sus puños, se que no es así, y que yo soy el que está donándola. La señora Guadalupe, nuestra proveedora oficial de gorditas, tacos de canasta y Boing’s bien fríos, la cual tiene su puesto en frente del edificio donde trabajo, dijo que mi cabeza se veía como las de esas tortuguitas de madera que las tocas y parecen tener el cuello roto. Yo no tenía el cuello roto, yo tenía un puño gigante moliéndome la cara.
Sorprendentemente, mis lentes de contacto no se movieron ni un milímetro y me dejaban ver la sangre que salía de mi nariz, boca, y ambas cejas.
JC, me suelta, supongo que con el afán de tomarse un descanso, y ese ha sido su peor error. Mientras sus amigos le dicen que ya me “termine” yo me le aviento a su pierna, me abrazo a ella, y la muerdo como si fuese el trozo de hule mas duro en la historia del hombre. Sentí su carne desprenderse de el, no grita, solo me dice “hijo de puta, ya valiste pendejo”, y no me interesa, se que va a cojear. Separa mi cabeza de su pierna jalando mis horribles chinos de mi cabeza. Tardó un par de segundos en volverme a golpear, de seguro, estaba buscando alguna parte no amoratada, o sin sangre. La encontró. Dos puñetazos más fueron suficientes para dejarme plácidamente acostado en la banqueta.
Han pasado ya unas horas de el suceso, Sofía llora desconsoladamente en el sillón frente a mi. Su amiga, es paramédico, como mi chica. Me están atendiendo, hasta ese momento me enteré que Manuel corrió por ayuda (muy inteligente el tipo). Y entre el, y Roger, me llevaron a casa de Sofía.
La amiga de Sofía, me da puntadas en ambas cejas y trata de suturarme con astringente, la boca. No se que me duele más, si los golpes de JC o el putízimo astringente. Duele tanto que mi organismo a modo de defensa e involuntariamente se lo traga y unos segundos después lo vomito. Mi camisa es blanca con mucho rojo. Hablo a casa y aviso que no llegaré a dormir, que me la pasare con Jasso y Sofía.
Al día siguiente, después de la universidad, me presento a laborar. M e veo tan mal que se que todos me quieren preguntar: “NO MAMES GOEI!!! ¿Qué TE PASÓ?” pero nadie se atreve. Veo venir a JC de la oficina de Rodrigo. Viene cojeando.
-Oscar… (Saluda con la cabeza)
-Juan… (Le muestro el dedo medio de mi mano derecha)
Seguimos nuestro camino.
Así me gusta arreglar mis diferencias…
P.d: Gracias a la gente que me lee y me echa porras con este proyecto, apenas son 6 seguidores, pero las visitas que hay me dan gusto. Gracias a Maricela, Mayela, Adri, Cone, Melissa, al buen Juvenalgónzales, y a todos los que le dedican unos minutos a este desmadre.
P.d2: No me afecta tener miedo, lo que me afecta es que la gente se de cuenta que lo padezco…
P.d3: Ánimo Poly, los ciclos se cierran y se abren todos los días. Te toca cerrar el tuyo…
P.d4: Una mentada de madre para el internet (y para el sistema eléctrico) de la escuela de Mapachín.
P.d5: Tan solo un día sin escucharte y ya te extraño Vallejo, los dos que siguen van a ser una putada, peor que la de JC.
P.d6: FELIZ CALENTAMIENTO GLOBAL A TODOS!!!!!!!!
lunes, 10 de mayo de 2010
Mamá!!!! Oscar está de castroso!!!!!
De entrada, una mentadita de madre a todos aquellos mal paridos que por mucho o poco, hayan colaborado a que estos días estemos con este pinche calor de temazcal. Después, una felicitación a todas las mamás en su día, a las abnegadas, a las mamonas, a las castrantes, a las amorosas, a las bipolares (TE AMO MAMÁ, AUNQUE ME DIGAS QUE SOY UN CABRÓN), a las que matan a sus hijos (Mijangos, Susan Smith, Elvira Luz Cruz, les deseamos se recuperen de su trastorno de Munchausen), a las famosas, a las sufridas, y las que no son valoradas (MAMÁ, YA TE DIJE FELIZ DÍA DE LAS MADRES?).
Y la neta no es para menos. Tan sólo recordar todo lo que tuvo que vivir mi madre (y lo que vivimos nosotros con ella), es como para darle el premio Nobel a la paciencia maternal (ya verán que en unos añitos esa categoría se materializa de la nada).
A mi madre nadie la preparo para cambiar pañales de cacas de todos los colores, sabores y texturas de 4 cabrones que se echaban todo a la boca. Mucho menos se le avisó que el hacer que los alimentos se movieran del plato a nuestros estómagos sería una labor más titánica que ganar el Amazing Race de Discovery Channel con una uña enterrada en el dedo gordo del pie derecho: osea, de verdad, ¿qué tan cabrón tuvo que haberse puesto el asunto para que en una ocasión mi santísima haya aventado a mi hermana Fercho por los aires y tirar todo lo de la mesa al suelo? Y en base a este hecho, podemos adjudicarle su bipolaridad y neurosis a la idiota de Fernanda.
Todo esto fue un trabajo en equipo. Mi madre no podría ser la vanagloriada madre que es hoy si no hubiera tenido a 4 hijos que la hicieran casi una mártir con nominación a canonizarla. El punto es que también nosotros “sufrimos” “traumas irreversibles” (jajajajajajajajajajajjajajahahahahahahahahahhahaha si, aha, claro), como podría ser el mismísimo terror psicológico. Les pondré un ejemplo: Un día cualquiera, Madre llega a casa, y se encuentra con que su vaca de porcelana favorita, está rota en el suelo (tan cabrones éramos que ni siquiera nos esforzábamos en ocultar la evidencia). Madre, a base de gritos, mentadas de madre que atentaban contra su propia humanidad, groserías que sólo un mecánico entendería y empujones, nos reunía alrededor de la escena del crimen. “quién rompió la pinche vaca de porcelana?” *silencio por parte de los 4 unidos hermanitos pendejos*. “lo voy a preguntar una vez más. ¿Quién ROMPIÓ LA PUTA VACA?!!! (Esto ya era preguntado con gritos de alto decibelaje, por lo que no era extraño que los vecinos imaginaran una escena de la película Poltergeist). *los cuatro pendejihermanos, ya no tan unidos, empezaban a oler a miedo y se les veían unas caras de angustia y terror al saber que era lo que seguía después de este silencio*.
Lo siguiente era: “Oscar, tráeme el cinturón negro”. (el cinturón negro, era un cinturón [nooo, neta? Te cae? ] Que era en viejas épocas, el arma más efectiva que tenía mi madre para soltarnos la lengua, las lagrimas y las nalgas).
Como podrán darse cuenta eso es real y puro terror psicológico: pedirle al sentenciado, que le lleve el hacha al verdugo. De verdad que las técnicas de mi madre si eran cabronas. No por nada, han sido altamente practicadas por todo el departamento paterno de la familia Estrada. Al final, ya se imaginaran, siempre solo había dos alternativas:
1.- Rajar como buen marica, y señalar a un culpable (el culpable podía ser realmente el culpable o podría ser quien no lo hizo, pero por la urgente necesidad de evitar/detener los chingadazos, te vale madre inculpar a un inocente. Es mejor sacrificar a una vaca que a un rebaño. La neta si, se manejaba mucha ojetez entre nosotros)
2.- Mantenernos callados como idiotas y recibir la cálida caricia del cinturón negro en nuestro actualmente cotizados sex appeal (nalgas, para los desentendidos).
Para Majo, existía siempre una tercera alternativa:
Alternativa, de uso exclusivo para Majo.- Decir “no mamita, no por favor” mientras si cuerpo era víctima de descomunales e involuntarias zancadas de sus piernas, que obligaban a mi madre a correr tras ella, para darle su dosis 8bien ganada) de cinturón negro. Como es habitual, cuando a una persona corre por que es obligada, y no por gusto, o placer, esto tiene como consecuencia que la persona que es forzada a correr, se EMPUTE AÚN MÁS DE LO QUE YA ESTABA. Así que por orden deductivo, Madre terminaba hecha una Mijangos en potencia, corriendo tras Majo que a pesar de que corría muy rápido por toda la casa, no se le acababa el aire de los pulmones, ya que seguía gritando piedad a mí ya entonces, energúmena madre.
Si imaginan, y analizan la escena, es como para reírse.
Casos como estos eran una constante en casa, y a decir verdad, actualmente disfrutamos mucho recordándolos, y por eso mismo, que recordamos como sufría mi madre, y nosotros, con la emulsión Scott (para los que no se acuerdan, era ese pinche aceite de hígado de bacalao que venía en distintos sabores: cereza=mierda, naranja=vomitada, fresa=leche cortada y natural0no se me ocurre algo tan desagradable. Aporten), es que hoy le felicito a ella y a todas las mamás que llegaron a pasar por sus estados de crisis.
¡Felicidades señoras que comparten nuestro techo y nuestro crecimiento como personas y como los seres humanos que ustedes complementan!
Y bueno, creo que después de escribir esto, estoy tan de buenas, que creo, no me será difícil encontrar el modo de ayudar a Poly con su codependencia con Albania, ya que Cess, su psicóloga de cabecera, ha decidido cambiarla por un empleo remunerado y una relación amorosa estable. Al final ella viene siendo mi pilar de apoyo y fastidiadora (acabo de inventar este papel) personal. De algo le he de servir. Ya la quiero a la méndiga.
Y resulta que cuando ya no leo/escucho/veo, algo relacionado con Guadalajara, empiezo a sentirme mejor, como que las cosas que tengo todos los días, van enterrándola poco a poco. Y hasta me emociona porque siento que en breve le daré las gracias a Rocha.
Mi confianza está en proceso de reestructuración, y va bien, he hablado mucho con Claudia, y al final hemos llegado a un acuerdo: crecer juntos, olvidamos cosas pasadas. Y empezamos proyectos reales y cimentables de aquí en adelante. Y todo esto saldrá bien.
En verano a ver quien chingaos me recibe en el DF, porque tengo muchas ganas de estar allá una semanita o dos o lo que me dure el efectivo.
Al final, el calor y el día de las Madres, me dejan un sabor en la boca como de melcocha y bombones derretidos. Pero he sobrevivido peores. Hasta cuando tenga ganas banda.
Peace!!!
P.d: Chris, tienes 7 días hábiles más para hacer efectivo tu premio…
P.d2: Soy invulnerable a los chantajes y a los berrinches, este es mi segundo superpoder.
P.d3: Alguien sabe de algún depa para rentar en Querétaro?
P.d4: Ya se te pasó el enojo Mapachín?
P.d5: Juan Christopher, eres un pendejo y te quiero romper la madre, pero te tengo miedo a ti, a tus 2.05m. y a tus 121 kg.
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